Debemos aprender a cuidar el tiempo como un regalo único. El día de hoy es un regalo que agradezco y aprovecho. El ayer se fue y mañana no ha llegado. Elijo quedarme en el presente.
Si evoco el pasado será para aprender del cúmulo de vivencias experimentadas y al hacerlo, el hoy se vierte de eternos agradecimientos y de una sana nostalgia.
Recuerdos de seres amados que ya no están, los viajes que hice, las fotos que eternizan los momentos apreciados me regalan hoy sentimientos de serenidad y dulzura.
Aprendí que cada gota de pena que vivo, me deja una enseñanza la cual debo utilizar para mejorar mi aquí y ahora, y en esos momentos de dolor aprendí que debo visualizar el futuro para tomar impulso y aceptar que este presente lluvioso no será eterno y me hará mas fuerte y cuando salga el sol, estaré presente para gozarlo.
La vida enseña a no tomarte las cosas y los acontecimientos que suceden con tanta seriedad y tremendismo. Estamos aquí dos días, como para amargarnos la propia existencia y las de los demás.
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Lo viste, gracias