
La segunda, que sepa distinguir las señales del camino, que me indicarán lo que realmente me está pidiendo la Vida.
Y la tercera, que mi presencia dé luz a mi alrededor.
En la vida, casi todo se debe aprender, pero una vez aprendido, se debe cultivar. Así debemos hacer también con nuestro espíritu. El hecho mismo de vivir, de existir, es un misterio, pero la travesía de la vida, en la que nos vamos a encontrar con jornadas plácidas, pero también con calma y tormentas quizás peligrosas, requiere que seamos buenos capitanes. Es importante manejar el timón con destreza.
...Se ha demostrado de forma repetida que cuando una persona, fundamentalmente en su día a día tiene una emocionalidad positiva, un fragmento de ilusión, de serenidad, de confianza, y eso lo cuida y lo mima durante el día, la capacidad de su sistema de defensa llamado sistema inmunitario, para hacer frente a bacterias, virus y tumores, es sustancialmente mejor que cuando una persona se deja llevar de forma prolongada por la ira, por la desesperanza, el desaliento y la tristeza...
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Lo viste, gracias