Hay veces en que sucede algo mágico que surge desde muy dentro de nosotros mismos; es como una corriente que nos impulsa a seguir y seguir, a no dejarnos vencer hasta conseguir lo que nos hemos propuesto. Además, esa fuerza es positiva y alegre, ¡ENTUSIASMO!
La palabra entusiasmo es una palabra que salta, que corre, que se esfuerza, que disfruta.
Cuando está activa, todo parece más sencillo y hasta lo imposible se vuelve más cercano. El entusiasmo es el ingrediente secreto que ha hecho que las personas conquisten grandes sueños que parecían metas inalcanzables: desde curar enfermedades, crear!
Pero el entusiasmo también es necesario para vivir las pequeñas cosas de todos los días.
El entusiasmo no sólo impulsa a quien lo experimenta, sino que es muy contagioso.
Si tú crees que en algo necesitas defender, tienes un proyecto que te interesa sacar adelante o estás trabajando por hacer algo que beneficie a los demás, seguramente encontrarás gente que querrá unirse a tu empeño.
¡Afortunadamente no hay vacuna para el entusiasmo! si todos aprendiéramos a disfrutar cada pequeña cosa que hacemos cotidianamente, viviríamos más felices y mucho más satisfechos con nosotros mismos.
...Vivir con entusiasmo significa estar lleno de espíritu positivo, de alegría y de ánimo.
El entusiasmo es una actitud: tú eliges vivir aburrido o alegre, encontrar el lado gris o coloreado de las cosas.
No podemos pensar que el sol o la lluvia, el calor o el frío, hagan nuestro día lindo o aburrido. Todos los días son buenos para que dejes nacer en ti el entusiasmo y la esperanza.
Cada día, tu entusiasmo puede hacer la diferencia no sólo para ti mismo, sino para quienes tienen la fortuna de cruzarte en tu camino.
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